3 DE ABRIL: “CUMPLEAÑOS NÚMERO 16 DE NUESTRA ESCUELA”
Nuestra querida escuela, hoy cumple dieciséis años y es
tiempo de agradecimientos y de recuerdos… por ello mismo, queremos agradecer a las personas que con
tanto esfuerzo, ímpetu y objetivos claros formaron este noble espacio de
aprendizaje, comprensión, respeto y amor…
En primer lugar, recordar a quién formará parte de la
historia de la institución, a quien nos gustaría tener entre nosotros hoy, pero
Dios le ha reservado un lugar especial para que nos guíe desde su
recuerdo. Nuestro homenaje en este día a Don Guillermo Visco quien desde su
estrella propia, dondequiera que esté, nos acompaña cada día.
A las autoridades que desde el fiel cumplimiento de sus
funciones nos allanan el camino día a día y nos aportan elementos que resultan
imprescindibles para cumplir con nuestra tarea educativa, al Lic. Silvio Villareale, presidente de la Asociación San Luis del Nuevo Siglo, a la Sra. Coordinadora General Marta Pisoni, a la Sra.
Coordinadora de Nivel Inicial Romina Cresta, a la Sra. Coordinadora de Nivel Primario Adriana Domínguez, y a la Sra. Coordinadora de Nivel Secundario Graciela Gardiol.
Y no podemos dejar de agradecer a los maestros que
han aportado a su paso lo mejor de sí y han dejado entre la dulzura de
sus palabras, un cúmulo de afectos y enseñanzas que no podrá el tiempo mitigar.
Cada uno de ellos encontró la forma de meterse en el corazón de los niños, y
con su propio compromiso marcaron una etapa en el devenir de la institución. En
su corazón de maestro hay un lugar para la carita de cada uno de sus alumnos,
que de su mano descubrieron un mundo de aprendizajes por compartir y un camino
para desandar juntos.
Quisiera tener en mis manos la fórmula mágica que me permita
encontrar todas las palabras que deberían expresarse en este día, para contar
tanta alegría y tanto amor dando vueltas por aquí, pero solo basta recorrer los
pasillos de esta escuela decorados con los trabajitos coloridos de sus alumnos,
pasar por las salas y sentir el barullo de sus
niños aprendiendo, salir al patio
y ver a los alumnos corriendo y jugando con la imaginación… solo basta este
paisaje de caras entrañablemente familiares que resumen en este mismo instante
dieciséis años en la vida de nuestra querida escuela
Cómo no sentirnos felices en este día, si están aquí los
niños, los de ayer y los de hoy, algunos de ellos confiándonos ya sus propios
hijos, definitivamente
solo hay una palabra mágica capaz de encerrar en sí misma tanto sentido:
¡GRACIAS!.